La Secretaría de Educación Pública (SEP) destinó 2 mil 346 millones de pesos para el bachillerato pero no se tradujo en atender las necesidades de infraestructura, ni en asegurar condiciones de higiene como papel de baño o jabón y tampoco para tener a los maestros suficientes que los planteles demandaban, ni actualización docente.
Estos son algunos de los señalamientos de la auditoría “Servicios de Educación Media Superior: Reforma Integral en el Bachillerato General”, publicada en la Informe de Cuenta Pública 2017 realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).