Delitos menores como robos simples o daños a la propiedad ajena, saturan hoy el sistema de justicia en México, aun cuando muchos de ellos podrían haberse resuelto con un mecanismo alternativo de solución de conflictos para evitar un juicio.
Más de la mitad de las sentencias condenatorias que se dictan anualmente son por penas de tres años de prisión o menos, que corresponden a delitos no graves.