En el pasado inmediato, en los Gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), la seguridad del Ejecutivo federal y los bienes de la Presidencia de la República no sólo la brindó el Estado Mayor Presidencial. Los dos Presidentes contrataron además al Servicio de Protección Federal, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, creado en 2009, con las funciones de proporcionar protección, custodia, vigilancia, así como seguridad a personas, bienes e instalaciones en las dependencias gubernamentales que así lo soliciten. Entre los dos gastaron en ese servicio 132 millones 819 mil 440 pesos, de acuerdo con la identificación de los contratos respectivos en Compranet y el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT). Calderón gastó 38 millones 811 mil 900 pesos, de 2009 a 2012. Peña Nieto pagó 94 millones siete mil 540 pesos en siete contratos que le aseguraron una cobertura desde el primer día de su Gobierno hasta el último, cuando le entregue la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
El 18 de febrero de 1913, un grupo de soldados que cumplía órdenes del General Victoriano Huerta, irrumpió en el despacho presidencial en El Palacio Nacional. Llamó a Francisco I. Madero, para que se enterara de una supuesta insurrección. Pero era una trampa. Lo querían matar. “¡Al Presidente de la República no se le toca!” – gritó Gustavo Garmendia mientras desenfundó la pistola y aniquiló al comandante Teodoro Jiménez Riveroll, jefe de los golpistas.