La depuración de las corporaciones policiales en México, prometida desde hace diez años como una medida para mejorar la seguridad y permitir el regreso de las fuerzas armadas a los cuarteles, no ha podido completarse hasta la fecha.
Actualmente, 1 de cada 10 policías (estatales y municipales) sigue en activo pese a haber reprobado las pruebas de control de confianza, y la cuarta parte de todos los agentes necesitan ser evaluados nuevamente pues sus certificados ya caducaron.