Sobre un mar de grava y arcilla se levanta la estructura de una torre de control a medio construir que iba a ser el emblema de la mayor infraestructura del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, pero quedará como el último vestigio del aeropuerto que pudo ser y no fue.
El Presidente electo, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, anunció que cancelará la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que tenía que sustituir el actual aeródromo capitalino, tras una polémica consulta ciudadana organizada por su partido en la que ganó la opción de parar la obra.