Enrique Peña Nieto termina su gobierno y deja al país con cifras de récord de violencia, un aumento de la deuda pública, de la población en situación de pobreza y de la corrupción, según índices nacionales e internacionales.
Antes de dejar el mando federal, Peña Nieto ha defendido que mantuvo la estabilidad económica del país, y que buscó modernizar a México con las llamadas reformas estructurales, aunque ONG en diferentes reportes señalaron las deficiencias de su administración.