Recaudar más dinero de la producción petrolera, construir más carreteras, invertir más en los jóvenes, reducir los gastos en personal, diseñar una estrategia que sí dé resultados en el combate al lavado de dinero, aumentar el tamaño de la economía mexicana y, todo, sin subir ni un peso los impuestos al ciudadano.
Estos son algunos de los principales retos que la nueva Secretaría de Hacienda dirigida por Carlos Urzúa, quien fue ratificado ayer en el cargo por la Cámara de Diputados, tendrá en la nueva administración del presidente López Obrador.