El fracking contamina la atmósfera y grandes volúmenes de agua, que quedan inservibles, no pueden tratarse ni volver al ciclo del agua, además que está relacionado con actividad sísmica, señaló Alejandro Bezanilla Morlot, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA).
Esa técnica consiste en hacer perforaciones a grandes profundidades para fracturar rocas que contienen el hidrocarburo. Para ello, es necesario meter un tubo que llegue a la capa de rocas, y una vez allí, el agua que se introduce tenga la suficiente presión para romper esas capas.