La estrategia de seguridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador contempla, como uno de sus objetivos prioritarios, reducir los índices de criminalidad en 266 regiones del país, de las cuales 153 fueron clasificadas como de mayor violencia.
Aunque se identificaron puntos clave en todas las entidades, la mitad se concentra en ocho estados, siendo el Estado de México y Veracruz las que tienen el mayor número de focos rojos.