A cuatro días de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, el área donde explotó la toma clandestina de un ducto de Pemex aún se percibe un olor a combustible y cuerpo quemado. Hasta el momento suman 95 personas muertas.
Familiares y conocidos de las personas que han sido reportadas como extraviadas, así como voluntarios, continúan la búsqueda de indicios sobre qué pasó con sus seres queridos, quienes no aparecen en listas de los hospitalizados ni entre los restos identificados.