Un factor, explicaron, son las pérdidas millonarias que enfrentaron en enero pasado por la crisis de desabasto de combustible, como consecuencia del combate al robo de hidrocarburos. El famoso huachicoleo.
Otro factor es la falta de una infraestructura de almacenamiento de combustible y la falta de inversión del gobierno en los últimos 25 años, situación que ha generado problemas logísticos y también afectaciones en el abasto, que a su vez repercute en los precios finales que paga el consumidor.