Una clave de la trama de corrupción de Odebrecht en México está en una casa en la zona residencial de Las Lomas.
Esa casa, de mil 165 metros cuadrados, fue adquirida por Emilio Lozoya a finales de 2012 con dinero que las autoridades investigan como parte de los sobornos pagados por Odebrecht. Y en esa vivienda, además, se negociaron las condiciones en que se asignó el contrato de la refinería de Tula, según el testimonio de Luis Weyll, exdirector de la constructora brasileña, quien confesó que esa obra se obtuvo mediante sobornos.