Nuestras luchas no culminan cuando el gobierno local dice escucharnos o nos ofrece algunas propuestas», aseguraron más de cuarenta feministas y lesbofeministas tras la marcha encabezada por cientos de mujeres en la Ciudad de México contra la violencia de género y la impunidad, el pasado 16 de agosto.
Luego de un conversatorio, las feministas rechazaron en un pronunciamiento la convocatoria discrecional que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum «hizo hacia ’40 feministas’ y, después, mesas con las ‘otras'», así como el perdón de las autoridades a las formas de protesta de las mujeres, «cuando su deber es la no criminalización», entre otras acciones del gobierno, las instituciones y los medios de comunicación.