Gilda Austin, madre del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, y su hija Gilda Susana Lozoya, recibieron en tan solo dos años depósitos por hasta 67 millones de pesos, a pesar de que la primera dijo que su actividad profesional es la de maestra particular, y la segunda declaró que es estudiante.
Así se dio a conocer en la audiencia inicial del caso, en la que un juez decidió vincular a proceso a Gilda Austin por considerar que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene elementos suficientes para acusarla por los probables delitos de lavado de dinero y de asociación delictuosa, los cuales, en su conjunto, podrían sumar hasta 25 años de cárcel. Gilda Austin es la primera persona en México vinculada a proceso por este caso de corrupción con ramificaciones en múltiples países de América Latina.