Ante las denuncias que hicieron pacientes y personal del Instituto Nacional de Rehabilitación, desde el 4 de marzo autoridades administrativas y jefes de servicios realizaron recorridos para preguntar a los trabajadores qué les hacía falta, verificar las condiciones de mobiliario y equipo, y ordenar reparaciones emergentes.
“La subdirectora de Administración encabezó los recorridos, junto con los jefes de servicio, ingenieros y arquitectos. Atrás iba una persona con una libreta anotando todo lo que los empleados le decían. Ese tipo de visitas y de oportunidad de decir lo que nos falta nunca se había dado”, contaron empleados de la institución.