El Gobierno federal buscará extinguir parte de los 308 fideicomisos públicos activos sin estructura orgánica, para obtener recursos y enfrentar la crisis por la pandemia de COVID-19. La medida es correcta, pero está llena de ocurrencias que dejan entrever que en México no hay un modelo de planificación adecuado.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció la extinción de fideicomisos para enfrentar la crisis socioeconómica y de salud generada por el coronavirus. ¿Pero qué son y para qué sirven? La opacidad con la que operaron algunos justificó la decisión del Presidente, que por sí sola refleja la premura con la que opera su administración ante la crisis, dijo un economista a este medio digital.
El Gobierno de México utiliza fideicomisos y fondos de inversión similares –como los mandatos y los contratos análogos– para garantizar que el dinero del erario público sea utilizado en “áreas prioritarias y estratégicas del desarrollo” nacional (Artículo 9 LFPRH).