El pasado viernes en la noche, en el noticiero principal de Televisión Azteca, se lanzó la piedra. “No crea en Hugo López-Gatell”, dijo Javier Alatorre. Hubo cientos de reacciones, unas más fuertes, unas más relajadas, como la del Presidente López Obrador.
Son ya cuatro días desde que Televisión Azteca, una de las empresas más importantes de Ricardo Salinas Pliego, llamó a no hacer caso al principal funcionario encargado de atender todo lo que ocurre con la pandemia del COVID-19, el doctor Hugo López-Gatell. El empresario optó por el silencio, nada que decir, qué aclarar o por lo qué pedir perdón.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el sábado pasado que lo dicho por Javier Alatorre en su noticiero “seguro se trató de un error” de su “amigo” Javier Alatorre; el día de ayer en su conferencia mañanera, pidió a Gobernación –que emitió un apercibimiento a TV Azteca– que no aplicara “ninguna sanción, que queden siempre por encima de cualquier acto aún cuando se trate de un exceso, de una irresponsabilidad, que quede a salvo el derecho a manifestarnos, la libertad de expresión”.