La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) intervino legalmente conversaciones telefónicas que revelan un soborno en millones de pesos a funcionarios de un juzgado de distrito para que liberaran a José Ángel Casarrubias Salgado el “Mochomo”, presunto líder de Guerreros Unidos y señalado por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
En una conversación telefónica, un abogado de nombre Juan le informa a Francelia Salgado Patiño, madre del “Mochomo”, que todo estaba listo para beneficiar a José Ángel Casarrubias.