Entre marzo y mayo, en plena pandemia de COVID-19, 1 millón 30 mil 366 trabajadores formales fueron dados de baja por sus patrones del seguro social, y tanto ellos como sus familias se quedaron sin cobertura de salud ante la enfermedad.
La cifra, disponible en bases de datos abiertos del IMSS, no necesariamente corresponde a pérdida de fuentes de empleo, pues algunos patrones, a fin de aminorar sus pérdidas durante la emergencia sanitaria, sencillamente tramitaron la baja de sus trabajadores y dejaron de pagar sus cuotas de seguridad social, aun cuando estos siguieron laborando.