En México hay poco más de 131 mil policías estatales en activo, desplegados y la mayoría armados. Pero cerca de la mitad de todos ellos, 61 mil en total, carecen de la certificación que avala que están plenamente preparados para hacer este trabajo, y hay más de 8 mil que no tienen, siquiera, la formación inicial completa.
Detrás de la falta de capacitación y evaluación están las deficiencias en infraestructura. Hay cinco estados que carecen de campos de tiro para sus policías; otros cinco no cuentan con aulas de computo equipadas, y nueve que no cuentan con salas para entrenarlos si necesitan testificar en algún juicio.