Querétaro es la segunda entidad del país que implementa la aplicación de pruebas rápidas de antígenos para acelerar la identificación de casos positivos de COVID. Estas pruebas permiten tener el resultado en menos de 30 minutos, en lugar de esperar cinco días a que se procesen en un laboratorio avalado por el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE), como sucede en el caso de las PCR.
Las pruebas rápidas de antígenos detectan, usando una muestra de la nariz o la garganta de la persona, una infección en curso y ya tienen el aval del InDRE. Estas son diferentes a las pruebas rápidas que intentaron usar estados como Jalisco y Nuevo León, las serológicas, que no detectan una infección en curso, sino solo si el sistema inmune ya reaccionó a la presencia del virus, es decir detectarían una infección pasada, por lo que la Secretaría de Salud no avala su uso.