Las mentiras han sido el sello del actual Régimen. Miente el Presidente en sus mañaneras. Se miente en las cifras económicas. Se miente con la pandemia. Se miente con la violencia. Se miente con el crecimiento. Se miente con los fideicomisos. Se miente con los adversarios del gobierno. La frasecita de López Obrador: “Yo tengo otros datos”, se ha vuelto el emblema de la impostura.
Sin embargo, mentir tiene un problema para AMLO: la realidad. Y cuando esa realidad lo alcanza, suele desnudarlo. El embuste, entonces, queda exhibido.