Cuando tuvo que enfrentarse a los niveles más altos de violencia, Andrés Manuel López Obrador -crítico durante mucho tiempo de la guerra contra el narcotráfico apoyada por Estados Unidos y quien había prometido regresar los soldados a los cuarteles-, respondió de la misma manera que sus predecesores: convocó a las fuerzas militares.
Y tras dos años de gobierno, las Fuerzas Armadas de México han asumido un papel más amplio en los asuntos del país que en cualquier otro momento desde el fin de los gobiernos liderados por militares en la década de 1940, expone The Washington Post en un amplio reportaje firmado por Mary Beth Sheridan.