A 27 años del levantamiento armado, el EZLN es referente mundial en la reivindicación pacífica de los derechos de los pueblos indígenas, explican estudiosos de los movimientos sociales. Rebeldes ante la 4T, hoy los zapatistas constituyen la principal oposición de izquierda al gobierno de López Obrador: radical, anticapitalista y antipatriarcal.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) está frente a su principal reto desde aquellos enfrentamientos armados con el Ejército Mexicano en enero de 1994. Pero también hoy es una organización más grande, con mayor influencia y con una red de alianzas que no contaba entonces, explican, por separado, estudiosos de los movimientos sociales y especialistas en el zapatismo.
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República les impuso a los zapatistas un nuevo desafío. Antes, estaba claro que su enemigo, el Estado burgués mexicano, era administrado por una elite política con ideología de derecha neoliberal que había saqueado al país y había empobrecido al 70 por ciento de los mexicanos, indígenas los más depauperados.