Desde el inicio de la 4T, los militares han jugado un rol preponderante, no solo en la seguridad pública del país; también tienen a su cargo la construcción de obras emblemáticas como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles o el Tren Maya.
Una histórica captura, una deportación sorpresiva y la incógnita sobre la aplicación de la justicia…
Si por algo se ha caracterizado el gobierno de la Cuarta Transformación, es por el rol preponderante que han tenido tanto el Ejército como la Marina. Antes de ganar la Presidencia, en 2018, Andrés Manuel López Obrador se pronunció por sacar de las calles a los militares y regresarlos a los cuarteles. Sin embargo, eso está lejos de suceder, pues ya se promulgó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación, del propio presidente, en el que se ordena “a la Fuerza Armada permanente a participar de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada subordinada y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública a cargo de ésta última”, el cual concluirá su vigencia el 27 de marzo de 2024. Es decir, habrá militares en tareas de seguridad todo el sexenio.