El asalto de ayer al Congreso de Estados Unidos tuvo consecuencias fatales: cuatro personas murieron durante la revuelta en el Capitolio. Una mujer perdió la vida a causa de un disparo de la policía y otras tres fallecieron en emergencias médicas.
A estos decesos se suma, de acuerdo con un informe de la policía de Washington, 14 policías heridos y el arresto de más de 50 personas, la mayoría relacionados con violaciones al toque de queda impuesto por la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, ante el caos de la protesta poselectoral.