Opacidad en los contratos de operación y el incumplimiento de modelos de reinserción eficaz, así como de garantizar la integridad física y moral de los internos, son parte de las quejas y denuncias que se suman a los centros penitenciarios privados, señalaron expertas en el tema.
María murió de un coma diabético a los pocos días de ser trasladada al Centro Federal de Readaptación Social número 16 (Cefereso 16) en Coatlán del Río, Morelos. Tres internas testificaron que la mujer dijo a las custodias que necesitaba de insulina dos veces al día, pero no se la dieron. La falta de debida atención médica provocó su muerte. Fue en diciembre de 2015, cuando recién empezaban a operar los llamados centros penitenciarios privados.
El caso de María, a quien por razones de resguardo de identidad se le modificó el nombre, quedó asentado en la Recomendación 27/2016 que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en ese entonces.