Habitantes de los municipios de Chocolá, Mérida e Izamal, en Yucatán, consiguieron una suspensión provisional de las obras del Tren Maya, hasta que la justicia determine si el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) incumplieron con sus obligaciones de informar a la población sobre la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
De acuerdo con las organizaciones Kanan y la asamblea Múuch’ Xíinbal, el Juzgado Tercero de Distrito con sede en Yucatán concedió la suspensión provisional del proyecto, “para efectos de que las autoridades se abstengan de ejecutar obras nuevas en los municipios donde habitan las quejosas”.