En enero de 2020 en México no había pandemia. Los casos de contagio del SARS-CoV-2 empezaban a salir de China pero muchos gobiernos –incluido el mexicano- minimizaban la COVID-19 hasta que fue tarde. Lo que sí había entonces y permanece tan enraizado como siempre, es el narcotráfico y el crimen organizado.
Algunos suponían, erráticamente, que durante la cuarentena decretada en marzo de 2020, también los criminales disminuirían sus ilícitas actividades. No fue así. El fatídico año cerró con 34 mil 523 homicidios dolosos, apenas 125 menos que las 34 mil 648 muertes violentas registradas el año 2019.