La detención de doce policías estatales vinculados al asesinato de 19 personas en Camargo, Tamaulipas, confirmó el rumor que venía escuchándose desde que se conoció el hallazgo de los cuerpos: que agentes del Estado participaron de algún modo en la masacre. Falta saber si fueron los asesinos o encubridores y los motivos que explican su actuación, pero los arrestos vuelven a apuntar hacia un cuerpo cuestionado por su participación en hechos criminales.
“No habrá impunidad, trátese de quien se trate”, aseguró el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca en un mensaje posterior al anuncio de Fiscalía. A pesar de la contundencia del mandatario, esta no es la primera ocasión en la que agentes adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno que él preside son señalados por graves vulneraciones a los derechos humanos.