Los grandes contribuyentes son un gran colchón económico en tiempos de crisis. El año pasado, a la par que la economía mexicana tuvo su peor tropiezo desde 1932, los grandes pagadores de impuestos inyectaron al menos 1.3 billones de pesos al Gobierno federal, que incluyó el pago de impuestos atrasados, en un contexto en que el fisco buscó reducir los posibles actos de elusión y evasión fiscales de grandes contribuyentes.
Los grandes contribuyentes tienen un gran peso en la economía de México. Hasta el tercer trimestre del año pasado, que es la cifra desagregada más actual, aportaron cinco de cada 10 pesos que el Gobierno federal recibió a través del cobro de impuestos. Lo anterior equivale a 1 billón 294 mil millones de pesos pagados en nueve meses.
Si los pagos de los grandes contribuyentes mantuvieron su proporción (52 por ciento) como parte de todos los ingresos tributarios del sector público durante 2020, al cierre del año pasado habrían pagado una cantidad aproximada de 1 billón 736 mil millones de pesos, que tendrán que ser corroborados con los datos del cuarto trimestre del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).