Amigos y compadres durante un buen tiempo, cómplices y socios en otra etapa, entre Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán, y Dámaso López, “El Licenciado”, hay una historia de traiciones y muerte.
Ambos se conocieron en el penal de Puente Grande, Jalisco. Ahí estaba recluido quien más tarde sería el poderoso jefe del cártel de Sinaloa y en esa misma prisión de máxima seguridad López trabajaba como subdirector de seguridad y custodia. Se asegura que el llamado “Licenciado” ayudó a Guzmán Loera a fugarse de la cárcel. Dos meses antes de la evasión, Dámaso López renunció a su puesto y, tras la huida de “El Chapo”, se convirtió en el jefe de la organización criminal en el sur de Jalisco y el estado de Nayarit. Sus favores le fueron recompensados y bastante bien.