La regulación de las redes sociales es un tema polémico pero, sobre todo, complejo. Introducir un esquema regulatorio en el ciberespacio implica abordar temas como la soberanía y la relación entre las personas con la jurisdicción y la legislación aplicable. La propuesta presentada en el Senado intenta seguir el modelo comunitario europeo, en contraposición de la “autorregulación”, en donde las reglas privadas y el mercado hacen de mecanismos normativos.
En días pasados se generó un debate sobre la necesidad o no de regular las redes sociales en México, sobre todo para prevenir la censura o las campañas de desinformación. La intención de regular estas redes tomó forma, incluso, en una iniciativa de Ley presentada por el senador Ricardo Monreal. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo que no era necesario regular en estos momentos y la discusión se diluyó. Sin embargo, el tema está en la agenda política, en la realidad objetiva y pronto regresará a la palestra del debate público y al interior del Poder Legislativo.
En el proyecto de Ley se reconoce que la libertad de expresión (especialmente el discurso político) es un pilar fundamental de la democracia y que este derecho humano guarda interdependencia con otros derechos humanos.