Considerado en el sexenio de Enrique Peña Nieto como el “nuevo rostro del PRI”, Roberto Sandoval Castañeda, exgobernador de Nayarit, es perseguido por la justicia mexicana y estadounidense por haber brindado protección al cártel de Jalisco; también se le acusa de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó nuevas órdenes de aprehensión en su contra, las cuales fueron obsequiadas por un juez federal. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Sandoval utilizó diversas dependencias federales y a sus familiares para construir una amplia red para desviar recursos públicos. De esa forma –dice la acusación– lavó dinero durante su periodo como Gobernador.