Con la rodilla hincada en la tierra arcillosa, Raúl y su pareja Araceli observan abrazados el estrecho canal de agua turbia donde se acumulan toneladas de vegetación muerta, mientras a escasos metros de distancia un par de ‘pateros’ que van arriba de unas canoas rudimentarias rastrean la ciénaga clavando largos remos de madera sobre el fondo pantanoso.
Precisamente ahí, en esa misma orilla del canal donde se abraza el matrimonio, el pasado viernes 5 de marzo se halló la única pista que se tiene hasta el momento de Raúl Ferrerya García; el hijo de 21 años de Raúl y Araceli, estudiante de Desarrollo de Software y campeón nacional de Taekwondo, que el pasado 27 de febrero desapareció tras hacer una visita en una casa que está a un kilómetro de la ciénaga, en una zona despoblada de San Pedro Tlaltizapan, Estado de México.