Tepehuanos y wixárikas de San Lorenzo de Azqueltán, Jalisco, retiraron un cerco territorial impuesto «por personas ajenas» a la comunidad en una superficie de 700 hectáreas de la comunidad y exigieron el cese al despojo de terrenos comunales.
La comunidad explicó que la invasión de sus territorios, el despojo de tierras, los intentos de privatización y el acoso y represión a la población wixárika es resultado de «la constante y descarada impunidad con la que las autoridades de todos los niveles y poderes del gobierno han motivado, protegido e incentivado estos actos ilegales».