En México, nueve de cada 10 empresas dedicadas a la subcontratación –es decir, el 90 por ciento– son fraudulentas, señala el investigador José Alfonso Bouzas Ortiz, del Instituto de Investigaciones Económicas (IEE) de la UNAM. En una primera investigación sobre el tema, la Unidad de Inteligencia Financiera descubrió 1 mil 854 empresas fachada relacionadas con el outsourcing “malo”, mientras que las autoridades hacendarias estimaron que en 2018 este esquema permitió que se evadieran impuestos por 470 mil millones de pesos.
Para Bouzas Ortiz –doctor en derecho social y experto en economía laboral–, “la subcontratación se reduce exclusivamente al hecho de que un tercero ofrece o aporta personal a una empresa beneficiaria final y ésta realiza sus actividades con los trabajadores de este tercero. La beneficiaria final trabaja sin trabajadores”, con el propósito de “liberarse de obligaciones laborales y beneficiarse en aspectos fiscales”. En esquemas así participarían unos 5 millones de trabajadores.