Cuando en todo el mundo las empresas farmacéuticas se consolidan como factores estratégicos y esenciales en el combate a la pandemia, en México esa misma industria vive en la incertidumbre absoluta. La falta de una planeación gubernamental, dicen los líderes del sector, los tiene paralizados y se corre el riesgo de un desabasto masivo de medicamentos y materiales de curación en todo el sector salud mexicano.
Para el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual Cosío, dejar a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) la compra centralizada de medicamentos y material de curación no es más que una muestra del fracaso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de compras consolidadas del sector salud, que dejará secuelas graves, como el desabasto en el presente año.
“Ceder todo el tema a la UNOPS para el abasto de 2021 es un reconocimiento tácito de que los dos procesos previos no tuvieron el éxito que se pretendía. Se requiere una planeación, una certidumbre en los procesos, en los lugares de entrega, de cómo se va a llevar a cabo esa distribución y saber si el producto llega en perfectas condiciones. Cosa que sí sucedía antes, donde había una corresponsabilidad entre el operador logístico y el sector farmacéutico”, advierte Gual Cosío en entrevista.