Las deficiencias del Estado en materia de derechos de los pueblos originarios agravan la presencia del crimen organizado y grupos armados en comunidades indígenas, además la impunidad de sus acciones delictivas afecta la vida cultural, normativa y física de los habitantes, advierte Nayeli Ramírez Espinosa.
En su informe La libre determinación de los pueblos indígenas en México, agrega que el racismo, la discriminación, las políticas públicas desarrollistas, la impunidad y la prevalencia de la inequidad son las carencias del Estado mexicano que propician el actuar de las organizaciones delictivas en los pueblos originarios, los cuales, a consecuencia, sufren la destrucción de su territorio, el despojo de sus recursos naturales y el desmantelamiento de sus sistemas normativos y de gobernanza.
La estancia del crimen organizado y de los grupos armados en comunidades indígenas, aunada a la corrupción del Estado, afecta los proyectos de autonomía local, asevera Ramírez Espinosa, por ello los pueblos se encuentran cada vez más dependientes a sus propias capacidades de defensa.