Al cierre de febrero pasado casi 218 mil hombres y mujeres estaban privadas de su libertad en cárceles municipales, estatales o federales del país. Más del 40 por ciento de ellos de forma preventiva, sin que se haya probado si cometieron o no un delito.
El crecimiento ha sido tal que tan solo en los últimos doce meses se sumaron cerca de 16 mil personas más a las cárceles lo que ha provocado que, por primera vez desde 2016, haya más reos que espacios disponibles. Es decir, que a nivel nacional haya otra vez condiciones de hacinamiento.