La aprobación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que incluye la obligatoriedad de dar los datos biométricos, despertó críticas por parte de organizaciones civiles y del INAI. Alertan que esta base de datos, que sería de las más grandes del mundo, es innecesaria, pero además tiene riesgos para las personas que pueden ser irreversibles.
“Es inexplicable cómo este Gobierno que ha criticado tanto al Gobierno de Calderón —con justa razón en la mayoría de las veces— regresa y hace un refrito de una iniciativa de Felipe Calderón y de García Luna que demostró ser una estrategia fallida y un fracaso”, comentó Luis Fernando García Muñoz, director ejecutivo de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) sobre la aprobación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PNUTM).
Lo que Calderón y García Luna hicieron en 2008 fue el Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (RENAUT), el cual sólo funcionó hasta 2011 porque la base de datos fue filtrada y vendida en el mercado negro. Se aprobó también bajo el argumento de que ayudaría a reducir los delitos, pero de acuerdo con los datos de R3D, la extorsión y el secuestro aumentaron 40 y ocho por ciento, respectivamente, justo en esos tres años.