Acusado de ordenar la tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena en 1985, la detención en México para efectos de extradición de Rafael Caro Quintero es la prioridad número uno de la agencia antinarcóticos, aun por encima de las capturas de El Mencho y el Mayo Zambada. El llamado Narco de Narcos es la obsesión que ha dominado a la DEA durante más de tres décadas y media.
La semana pasada, el juez Eric Vitalicio de la Corte del Distrito Este en Nueva York ordenó la confiscación y decomiso de cinco inmuebles que, dijo, pertenecen a Caro Quintero en el área metropolitana de Guadalajara. La corte alega que las propiedades, cuyos títulos están a nombre de Elizabeth Elenes de Caro y Héctor Rafael Caro Elenes, presunta esposa e hijo del capo, fueron adquiridas entre 1980 y 2015 con dinero del narcotráfico, cuando Caro Quintero dirigía el poderoso Cartel de Guadalajara.