En Jalisco, el actual proceso electoral que arrancó el 4 de enero con precampañas y que culminará el 6 de junio con la votación, se ha caracterizado por ejecuciones, privaciones de la libertad, desapariciones y amenazas a los candidatos de diferentes fuerzas políticas.
Actores políticos con trayectorias que oscilan entre 25 y 35 años, que pidieron no publicar su identidad por temor a represalias, coinciden en que en la mayor parte de la entidad el narcotráfico impone y apoya candidatos, en especial en las regiones Costa Sur, Altos Norte y Sur.