La violencia desmedida que se adjudica a los grupos de la delincuencia organizada en prácticamente todo el territorio guanajuatense, no hace distingos entre partidos políticos y candidatos.
El 12 de enero, en la etapa previa al registro de aspirantes, el diputado local Juan Antonio Acosta Cano, precandidato del PAN a la presidencia municipal de Juventino Rosas, fue asesinado mientras caminaba por una calle del centro de esa ciudad.
Un hombre que lo alcanzó cuando el legislador aparentemente hacía ejercicio, le disparó por detrás en la cabeza y huyó. La región es donde se empoderó el Cártel de Santa Rosa de Lima.