A fines del gobierno de Peña Nieto, Pemex remató dos plantas reformadoras de hidrógeno y vapor a precio de chatarra de las refinerías de Tula y Madero. En la “estrategia” primero se convino la reparación por parte de la francesa Air Liquide México y la alemana Linde Hidrógeno, mismas a las que les fueron vendidas por 52.7 millones de dólares y 32.5 millones de dólares, respectivamente.
Al cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexicanos (Pemex) firmó contratos de compraventa, comodato y suministro de hidrógeno para las refinerías Miguel Hidalgo –ubicada en Tula, Hidalgo– y Francisco I Madero –en Ciudad Madero, Tamaulipas–, revelan documentos de las negociaciones en poder de Contralínea.
Por las plantas reformadoras de hidrógeno y vapor con número se serie U-3400 y la U-800, para el suministro de hidrógeno en los complejos petroleros de Tula y Madero, respectivamente, las operaciones significaron compromisos millonarios a favor de las compañías Air Liquide México, SA de RL, por más de 51 millones de dólares; y de Linde Hidrógeno, SA de CV, superior a 32 millones de dólares.