La muerte de los siete mineros en Coahuila “es resultado de la omisión de las autoridades y la ilegalidad de empresarios carboníferos”, denunciaron organizaciones tras el rescate del cuerpo del último trabajador que quedó atrapado el 4 de junio en el derrumbe de la mina Micarán.
Después de que las brigadas de búsqueda rescataran el séptimo y último cuerpo de los mineros que el pasado 4 de junio quedaron atrapados en la mina de carbón en Múzquiz, Coahuila, la Organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) declararon en un comunicado que desde hace quince años han advertido la posibilidad de nuevas víctimas mortales si se mantienen las condiciones que dieron lugar a la explosión en Pasta de Conchos. Indicaron la nula respuesta de las autoridades.