A las 6:10 de la tarde –hora europea–, el Escuadrón 421, integrado por la delegación zapatista que surcó los mares para viajar desde México a este continente, pisó tierra firme en Vigo, uno de los principales puertos de Galicia, donde fueron recibidos con música tradicional festiva, sobre todo gaitas, flautas y panderos, que se mezclaba con los aplausos y gritos de júbilo, en los que se escuchaba “¡Zapata vive, la lucha sigue!”
La misión del EZLN llegó en realidad a las costas gallegas el pasado domingo, alrededor de las 4 de la tarde, pero no pudo desembarcar por varias cuestiones de organización y también burocráticas, entre ellas, la realización de una serie de pruebas para corroborar que entre sus miembros no hay ningún enfermo de Covid-19, y después de que la Guardia Civil española, responsable de vigilar las fronteras marítimas, comprobó que todos los documentos estaban en regla.