La mayoría de los actos de violencia relacionados con la pasada elección, incluyendo el asesinato de políticos, tuvo lugar en municipios gobernados por Morena y el PRI, y, al mismo tiempo, los militantes de esos dos partidos fueron el principal blanco de las agresiones, señala un estudio elaborado por la organización francesa Noria Research.
Tras la elección del 6 de junio, se denunció que grupos armados plagiaron, golpearon y amedrentaron a operadores y representantes electorales del PRI y Morena en Sinaloa. La investigación de Noria indica que los ataques en contra de los políticos y militantes de ambos partidos se repitieron en otras regiones y entidades gobernadas, precisamente, por alguno de los dos institutos políticos.