A 26 años, la masacre de Aguas Blancas, Guerrero, sigue impune: “la justicia no llega y los responsables continúan sin ser castigados”, acusó la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS). A un día de la conmemoración del atentado – ocurrido el 28 de junio de 1995 y que dejó como saldo 17 campesinos muertos y más de 14 heridos–, recordó que los autores materiales e intelectuales son agentes estatales.
Para la Organización, se “sigue pretendiendo el olvido y la conformidad social con verdades a medias, maniobras políticas y supuesto castigo a encarcelados ya liberados, chivos expiatorios”. Dado que sólo ocurrió la destitución de un cargo público.