Es evidente que en la querencia del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la derrota que tuvo su coalición en la Ciudad de México, es lo que más le pesa, y en lo que más se ocupa. Reacio como ha sido a apoyar a los estados, fuera de aquellos en los cuales se concentran sus grandes obras en el sur, a la Ciudad de México no solo le está invirtiendo recurso y tiempo, también esfuerzo y gobierno.
Dos situaciones marcaron la vida de la Ciudad de México en el último año. El distante manejo del gobierno sobre los sectores productivos a raíz de la pandemia por el contagio del nuevo coronavirus, y el colapso de un tramo de la línea 12 del metro de aquella ciudad, justo un mes antes de las elecciones.